10.28.2008

 

Reflexión sobre financiación de los sindicatos

¿Es justo y democrático que estemos pagando con parte de nuestros impuestos el sostenimiento de los sindicatos?.
En mi modesta opinión ¡NO!.
No deberían tener ninguna asignación de los presupuestos del Estado (de nuestos impuestos de contribuyentes).
Se deberian sostener exclusivamente de sus afiliados y simpatizantes.
¿No se ha hecho asi con La Iglesia?
¿Porqué no se hace con una formula similar?.
Quisiera conocer que algún pólitico de uno y otro lado se interese y moje en el asunto.
¿que opinanVds?

Comments:
1. La “reflexión” que plantea León Rojo y las subsiguientes preguntas, tienen a mi juicio algo de trampa saducea. Quiero decir que aquello que se somete a debate y las propias preguntas, predeterminan en buena medida las respuestas. Salvo que, de contrario, nos vayamos a un “y tú más” y nos enzarcemos en una diatriba anarquistoide por ver cuál de las instituciones de este denostado mundo capitalista es la más prescindible.

Con los años me he vuelto conservador, “más responsable”, y tiendo a pensar que ninguna sobra. Ni siquiera aquellas que resultan más aborrecibles por sus pecados. Y decir que ninguna sobra es aceptar de antemano que a todas hay que “financiarlas”, vía presupuestos o por cualquier otro medio. Porque yo no me imagino un Estado moderno prescindiendo de sus Embajadas y Consulados –o del Instituto de Crédito a la Exportación- que tanto nos cuestan y a pesar de que en la mayoría de los casos sólo sirvan para “salvaguardar” puntualmente los intereses de unos pocos.

2. Por otra parte, situar el debate entre lo “justo y democrático” a mí se me hace demasiado trascendente. Si en cambio formulásemos las preguntas desde la perspectiva de lo “necesario o conveniente”, seguramente la “reflexión” sería más neutral y desapasionada. En la línea conservadora a la que antes me refería, este humilde agnóstico sigue “creyendo”, por ejemplo, en la conveniencia y necesidad de la Santa Madre Iglesia aún estando convencidísimo de los muchos males (guerras, opresión, ignorancia, inquisición, ect. etc.) de los que podría hacérsela responsable.

3. Creo, por parecidas razones, que los Sindicatos, a pesar de sus muchos pecados y de su actual inanición son necesarios y convenientes, y creo por tanto en la necesidad de su financiación pública. Igual que creo necesarios e imprescindibles a los Banqueros, a los cuales de vez en vez -sobre todo cuando las cosas vienen mal dadas- también debemos “financiar”. El Estado, las sociedades capitalistas, necesitan “contrapesos”. Uno es consciente de que, en general, el empresariado es razonable, equilibrado y bien dispuesto a repartir beneficios y cargas; pero uno es igualmente consciente de que, a pesar de ello, si no hubiesen existido Sacco y Banzetti, a estas alturas los buenos ciudadanos de este mundo occidental seguiríamos haciendo semanas laborales de 90 horas; esto es: ausencia de tiempo libre, pocas vacaciones, poco tiempo para viajar, para procrear, para ir de copas, etc. etc. Lo que sería tanto como “no consumo y estancamiento del sistema”. En fin lo peor de lo peor para quienes creemos en el sistema capitalista.

4. Por lo demás, el tema de los Sindicatos me resulta apasionante. Tanto que temo “dar el tostón”. Nunca he militado en ninguno pero he ayudado a su constitución en ocasiones; para su implantación incluso he conseguido alguna que otra subvención. Y también los he sufrido personalmente desde posiciones de responsabilidad en materia de Recursos Humanos. Pero, desde esta perspectiva, cuando realmente lo he pasado mal ha sido cuando, por alguna razón, me he quedado sin interlocutores; entonces fue el caos. En fin, creo que si los Sindicatos no existiesen habría que crearlos y creo que, aún haciéndolo mal es conveniente que les ayudemos a subsistir.

5. Finalmente una observación sobre las premisas de las que parte León Rojo: No se ajusta exactamente a la realidad que los “Sindicatos” sean financiados desde los presupuestos y que, en cambio, no lo sea “La Iglesia”. Sobre todo tras los “suculentos acuerdos” alcanzados en el primer Gobierno de Zapatero, con la Señora De la Vega haciendo reverencias a Su Santidad. Pero esto para mi, como dejo dicho, no es relevante pues creo que una y otra institución son necesarias; le vienen bien al sistema y debemos procurar a su subsistencia. A pesar de Marcelino Camacho y a pesar del Papa Borgia: Dios escribe derecho por renglones torcidos. Leviathán también.

Madrid, 29.10.08
 
Agradezco los comentarios de "vecino leon rojo" pero debo aclarar que no indicaba que no crea que los sindicatos son "necesarios y convenientes".
Permiteme algunos comentarios a los tuyos:

Citas a dos anarquistas, que pese a las dudas que aun existen de la culpabilidad real de las acusaciones de Sacco y Banzetti hay que decir de ellos tambien que eran anarquistas de origen italiano que fueron juzgados y sentenciados y en lo que no hay duda es que eran seguidores de Luigi Galleani, un anarquista italiano, que abogaba por la violencia revolucionaria, incluyendo la detonación de bombas y el asesinato.
Eran sin duda unos malos ejemplos.

Asimilas "conservador" con "mas responsable" y creo que no son sinonimos.

Las Embajadas y Consulados no me parecen comparables con los sindicatos, los unos dan servicio a un Estado en las relaciones exteriores y a todos sus ciudadanos, los otros solo a sus asociados que no son todos los trabajadores, ni todos los ciudadanos.


Resumiendo, opino que "cada palo debe aguantar su vela " y "que quien la hace debe pagarla"

Gracias otra vez por tus aportaciones.
 
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